El jueves 14 de septiembre del 2017, hubo una presentación acerca de los migrantes mexicanos en Nueva York, cortesía del departamento de Estudios Latinos y Latinoamericanos.
Los invitados fueron la doctora María da Gloria Marroni y la profesora Liliana del Carmen Reyes Hernández de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y los doctores Miguel Alejandro López López y Miguel Santiago Reyes Hernández de la Universidad Iberoamericana Puebla y la Universidad Iberoamericana, respectivamente.
Por medio de una serie de encuestas y entrevistas realizadas desde el 2015, se ha podido acumular una cierta cantidad de información sobre las condiciones de vida actuales de los migrantes mexicanos en Nueva York.
Michelle Lopez, una graduada del departamento de Estudios Latinos y Latinoamericanos de John Jay, también formó parte del equipo de investigación.
Los resultados de la investigación fueron sencillos. El llamado “sueño americano” no está al alcance de todos. En total, 3 de cada 10 encuestados estaban de manera ilegal en Nueva York, el 5% eran residentes permanentes y el 16% se acogían a DACA, un hecho que es muy conocido por los alumnos de John Jay. Por desgracia, solo el 6% de la población migrante está viviendo de verdad el sueño americano.
Es difícil imaginar que vivir el sueño americano consiste en trabajar 6 días a la semana con un promedio de 10 horas diarias e ingresos de un salario mínimo, sin olvidar que muchos de esos trabajos son laboriosos.
Queda claro para los migrantes que la vida afuera de México no es fácil. ¿Por qué entonces deciden embarcarse en esta aventura tan difícil y deciden dejar atrás a sus seres queridos?
Un salario mínimo por 8 horas de trabajo en Nueva York es 6 o 7 veces el de México. Una respuesta que no requiere más explicación.
En palabras de la profesora Liliana del Carmen Reyes Hernández: “En cuanto a las condiciones de vida en general, los migrantes mexicanos no alcanzan el sueño americano, pero sí mejoran, porque aquí en Nueva York tienen algo que México no les ofrece: un empleo”.
Las cosas en México están muy mal. Un salario mínimo en México es el equivalente de 230 dólares estadounidenses por mes. Más del 67% de la población mexicana no alcanza con su salario a cubrir una canasta de comida básica.
La profesora Liliana del Carmen Reyes Hernández siguió diciendo: “Aquí saben que, aunque no tengan derechos, al final de la semana, saben que van a comer. Sin embargo, es muy importante entender que no es porque las cosas estén muy bien aquí, sino porque las cosas están muy mal en México”.
Alguien que tiene un posgrado ganaba hace 10 años aproximadamente un 30% más de lo que gana ahora.
Los sueldos, en lugar de estar subiendo, han estado bajando muchísimo. Esto hace que muchos mexicanos se pregunten a sí mismos si el estudio vale la pena. Esto siembra el miedo entre muchos “soñadores” al pensar que quizás tengan que regresar a un lugar donde no hay oportunidades.
Al final de la presentación, los profesores invitados, expresaron su opinión acerca del sentimiento que tiene México hacia los “soñadores”, especialmente aquellos que son estudiantes.
En palabras del doctor Miguel Santiago Reyes Hernández: “En México no hay provisiones económicas para recibir a los “soñadores”. Tampoco vemos que se pueda generar una competencia entre los estudiantes de allá y los de aquí. Mas bien, hay un sentimiento de solidaridad hacia aquellos que pudieran algún día regresar”.
La experiencia del migrante mexicano no es fácil, pero la voluntad de muchos de emprender esta aventura es prueba de resistencia, valentía y determinación.